A la hora de decidir la estructura legal de un negocio, hay principalmente dos opciones a tener en cuenta: sociedad anónima, y sociedad limitada. Una sociedad anónima se distingue en gran manera de una limitada. Así que, para ayudar a aquellos que planeen tomar esta decisión, explicaremos en este artículo las principales características y diferencias de estas estructuras.
¿Qué es una Sociedad Anónima?
Una sociedad anónima es una estructura legal que se basa en dividir el capital social de un negocio en acciones. De esta forma, los socios de la empresa solamente tienen responsabilidad sobre las acciones que posean, pero no sobre las deudas sociales.
¿Qué es una Sociedad Limitada?
En el caso de una sociedad de responsabilidad limitada, su modelo se basa en el capital social que sus socios aportan. De manera similar a las sociedades anónimas, los socios no tienen responsabilidad sobre las deudas sociales, solo del capital aportado.
¿Qué diferencias presentan una sociedad anónima y una limitada?
Como acabamos de ver, estos dos tipos de sociedad son muy similares a nivel de concepto. Sin embargo, una vez que nos paramos a evaluar los detalles podemos empezar a ver qué tan diferentes son entre sí. Así, veremos también qué tipo de negocio se beneficia más de cada estructura. A continuación, veremos algunas de las diferencias más relevantes entre una sociedad anónima y una limitada.
- El capital social. En ambas estructuras el capital social de una empresa funciona de forma similar, siendo proporcionado por los socios, pero este funciona por normas distintas. Por ejemplo, el capital mínimo para formar una sociedad anónima suele estar marcado por ley alrededor de los 60.000€, y las acciones que lo componen pueden ser intercambiadas de forma flexible. En el caso de una sociedad limitada, solo está sujeta por ley a un capital mínimo de 1€ para ser formada, y las participaciones solo pueden ser intercambiadas entre socios mediante acuerdos.
- Beneficios. En una sociedad anónima los beneficios para cada socio se calculan según la cantidad de acciones que posean, mientras que en una sociedad limitada son calculados teniendo en cuenta la participación bruta de cada socio.
- Administración y público objetivo. Una sociedad anónima se encuentra con una estructura administrativa más compleja, con diversas posiciones como directores, accionistas, y un consejo de administración, lo que resulta más útil para las empresas de mayor tamaño. Por otro lado, una sociedad limitada es una mejor opción cuando la empresa es pequeña y está formada por un grupo más reducido y familiar, pues las decisiones suelen ser tomadas directamente por los socios, o un gerente que estos designen.
Como hemos visto, hay que tener en cuenta factores como el tamaño de los negocios o a qué clase de gestión se apunta al momento de decidir qué estructura legal se apunta. Aun así, es conveniente recurrir a asesores legales para tomar estas decisiones con la mayor seguridad posible.